Vaya por delante que nada más lejos mi persona de un conductor racing.
Sobre la validez de los megas (de 400 cc a 650 cc) como moto turística hay opiniones para todos los gustos. Yo soy lector asiduo de foros de megas, y veo algunas cosas :
El mantenimiento es similar o más caro que el de una moto racional tipo ntv deauville, cb 600 f, cb 500 f, sv 650
Hay un porcentaje de usuarios de megas de 650, que vuelven a la moto de marchas.
Hablan maravillas del comportamiento en carretera del TMAX 500... Yo no he tenido oportunidad de probarlo, si lo hubiese hecho a lo mejor tenía otra opinión.
Creo que la suma de esos factores, mantenimiento y conducción hacen que una elección más racional y satisfactoria , si se tiene sitio (para guardalrlas) y tiempo (para disfrutarlas) es la combinación 1+1 : mega 125-200 + moto 500-650. Un análisis económico detallado a lo mejor nos daba una sorpresa. En cierta época yo tuve una combinación revere+yupi(moto 650 +scooter 90 cc 2t)... y la añoro.
Creo que te resultará ilustrativo el artículo que está en la web del megascooter club de Asturias, y que fue escrita a raiz de una excursión al Angliru.
Lo de las publicaciones específicas de scooters yo lo aplaudo : nunca ha habido tanta información disponible para los usuarios sobre modelos, ensayos, accesorios, clubes de usuarios
A partir de ahora empezamos a coincidir. Cierto que el ambiente scootero es saludable. Sobre lo que opino de los "novatillos", creo que está claro. Si respondo a preguntas que plantean y en el tono que lo hago, creo que es la mejor definición de mi opinión sobre ellos.
Aunque no venga al caso, mis compañeros de trabajo dada mi conocida militancia en las dos ruedas me usan como "consultor de convalidados" que buscan incorporarse a las dos ruedas. Impresionante la calidad del último Honda Phanteom de 125 4t e inyección que he probado.
Yo tampoco ciero ninguna puerta, pero como algún sorteo de bolingas no lo solucione..Tb te digo que el únigo mega que me probaria sería el TMAX, pero yo creo que acabaría en el 1+1
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Dejo el ladrillo del artículo de "megas en el Angliru" después del saludo, para que sólo lo lea el que esté interesado.
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Saludos
http://usuarios.lycos.es/mcasturias/
LOS “MEGAS” EN EL ANGLIRU
Todos los motoristas deseamos viajar seguros, para ello ponemos a prueba constantemente nuestras mecánicas y el Angliru una buena piedra de toque para ello. Por eso vamos a dar a conocer la opinión acerca de los problemas acontecidos en las rampas del “monte” riosano durante la última visita realiza por el Megascooter Club Asturias
Retomando el tema del Angliru: En nuestra ultima salida a la espectacular subida pudieron producirse cosas lo suficientemente graves como para que le dediquemos algún comentario, al objeto de poner en claro las circunstancias y el porqué de los problemas surgidos.
Para ello vamos a dar un repaso pormenorizado, a fin de que cada uno saquemos nuestras propias conclusiones.
Bien , en primer lugar , algunos de los participantes que pararon en plena rampa se encontraron con que al reanudar la marcha sus monturas se resistían a emprender la remontada.
En segundo lugar , y en pleno descenso el problema se presentó al tratar de detenerse, no para hacer un alto, si no simplemente para negociar las innumerables curvas existentes en la bajada, al encontrarse algunos con que les resultaba imposible reducir, las manetas de los frenos tocaban con el manillar y aquello no paraba..
Permitidme un inciso, por los años setenta, había una marca de motos americana que estaba con problemas. Sus motores temblaban horriblemente mientras las finas mecánicas japonesas no se sentían. Sus ventas descendían y el propio gobierno americano le daba un poco la mano, subiendo los aranceles de las motos importadas .
Aquello no supuso una gran mejora, de manera que se imponía alguna estrategia. Pues bien ,si nuestros motores vibran vendamos vibraciones.
El resultado fue tan espectacular que la propia fábrica solicitó de la administración la supresión de los impuestos que pesaban sobre las motos importadas.
Seguramente la cosa no fue así de sencilla pero para la muestra que necesitamos sirve.
Terminado el inciso, cuando nos disponemos a adquirir uno de nuestros extraordinarios “MEGA” tenemos la sensación de que todo lo que está allí lo está por que es la mejor solución, pero eso no siempre es cierto.
Vamos a quedarnos con el embrague “automático”, con el cambio, también “automático” y con la frenada integral .
El embrague es un mecanismo que” une” o” separa “ la parte motriz del conjunto de la parte lastrada. Con ello conseguimos arrancar o detenernos con suavidad.
Si este mecanismo es manual no tiene mayor compromiso, nosotros vamos a efectuar las operaciones cuando consideremos oportuno.
Si es “automático” será la velocidad de giro de la parte “motriz” la que lo obligue a conectarse o viceversa. Aquí los compromisos empezaran a aparecer, pues no es lo mismo arrancar en terreno donde no exista desnivel , a tener que emprender la marcha en una pendiente, si además es pendiente del calibre de las rampas del Angliru, el sistema se encuentra totalmente desbordado. Los tarados de presión son insuficiente patinando las zapatas sobre la pista, incapaces de mover el montón de kilos que se echan encima, y desprendiendo ese olor a quemado.
Si a pesar de esto consigues subir, a la hora de descender estos problemas se pueden complicar. Pero antes veamos el cambio “automático”:
El cambio “automático” cuya misión no es otra que adaptar las revoluciones del motor a la velocidad del conjunto, suprimiendo de este modo nuestro trabajo manual, haciéndonos con ello la vida mas cómoda, ¿que hace en la circunstancia anterior?, pues sencillamente alargar el desarrollo a medida que el desesperado embrague consigue movernos no concediéndole ni un respiro, cosa que probablemente nosotros si haríamos aguantándole una velocidad mas corta durante toda la dura subida.
Ahora toca descender, aquí quien va a empujar es el conjunto moto mas tripulación con lo que al motor le toca retener, pero esta labor no la va a realizar , o al menos no de la manera contundente que nosotros desearíamos pues sencillamente el cambio alargará el desarrollo alcanzando velocidades superiores a las aconsejables. Y estamos en el capítulo donde tienen que comenzar a actuar los frenos para poder acomodar la velocidad al terreno, reduciendo en algunos casos a menos de l5 kilómetros por hora, pues bien, para entonces el embrague se habrá desconectado dejando todo el trabajo para nuestro freno “integral” que a fuerza de repetir esta operación con la contundencia necesaria, terminará cediendo en eficacia hasta llegar en algunos casos a desfallecer completamente, como es “integral” habremos utilizado todos sus mecanismos, no quedándonos siquiera el posterior para hacer una parada de urgencia.
Está claro que nuestro MEGAS se pueden intentar estas aventuras perfectamente , lo que ocurre es que habrá que tomar unas precauciones que en esta ocasión no se tomaron.
Vamos a comentar aunque solo sea de paso que alguno de los MEGAS tenían solucionado parcialmente este problema, nos referimos a los 65O, pues ellos disponen de posibilidades de fijar una velocidad, aunque no de retener el embrague.
Visto todo esto, da la impresión de que nuestros “automáticos” no nos ayudan tanto como en un principio cabría esperar y tranquilamente podríamos definirlos como,”Ingenios mecánicos que , queramos o no, van a conectar o desconectar el embrague, van a alargar o acortar el desarrollo, casi podríamos añadir que van a frenar o no”.
Entonces nos preguntamos, ¿ Porqué se hacen así?, la respuesta ya no es tan sencilla, podría ser por el costo de fabricación, o quizás para llegar mas fácilmente a gente que nunca usó cambio manual con embrague igualmente manual, a mi personalmente me da la impresión de que ninguna de estas dos respuestas corresponde con la realidad, si tenemos en cuenta las cantidades que nos hacen pagar por ellas y lo complicado que puede llegar a ser conducirlas con garantías, se me ocurre una pregunta,¿Creen realmente las marcas en este segmento de las motos?, pudieran pensar que se trata de una novedad y así se justificarían los elevados precios y el precario equipamiento, pero a estas alturas deberán estar ya considerando que esto no es una fiebre de verano y estarán preparándonos nuevos modelos que recojan algunas de nuestras inquietudes. Yo eso quiero suponer.
De todas formas, esta parte requiere algún pensamiento más profundo y mejor será que lo comentemos todos en otra ocasión.
Fdo. Alfonso García González