A ver que os parece esta ruta, ya la he hecho en parte y tiene pueblos muy bonitos, en el ladrillo no se si viene Jadraque, pero esta muy cerca de la zona de paso y alli se come muy bien, osea que se puede modificar en cualquier punto. Tambien se puede ir hasta Patones de Arriba, pueblo que es muy bonito.
Aqui os pongo la ruta que la he sacado de internet y la que mas se asemeja a la que hice yo. Ya me contaries los mas ruteros.
Ruta de la Arquitectura Negra (Guadalajara)
Comenzaremos la ruta partiendo de la capital Guadalajara, y tomando en dirección norte una carretera local que discurre por la vega del Henares. Nuestro primer punto de parada será Yunquera de Henares, pueblo que conserva en su núcleo bellos edificios como el Palacio de los Mendoza en su Plaza Mayor. Destacar igualmente su Iglesia Parroquial, del siglo XVI, aunque su torre es anterior y está cubiera de finos adornos platerescos.
Después de atravesar la populosa Humanes nos dirigiremos por una carretera local a Puebla de Beleña, última población de la vega del Henares, antesala de la zona de los pueblos de la Arquitectura Negra. Vale la pena desviarse hasta Beleña de Sorbe, pequeña aldea de visita inexcusable para admirar la Iglesia Parroquial románica. Sobre el río Sorbe hay un bello puente árabe y en lo alto de la colina el Castillo de Doña Urraca.
Continuaremos nuestro itinerario bien por un mal camino a través de la Mierla o retrocederemos y atravesaremos Torrebeleña, que presenta una bellísima Plaza Mayor y su Iglesia, un buen edificio renacentista del siglo XVI, alcanzando el desvío a El Vado y llegando a un pequeño valle del Alto Jarama donde se encuentra Retiendas, pequeño municipio que muestra una interesante Calle Mayor con edificios típicos de la arquitectura serrana. A escasa distancia del pueblo, siguiendo la senda que parte del puente, llegamos a las evocadoras ruinas del Monasterio de Benaval, rodeado de arboledas y bellos paisajes.
Dirigiremos nuestros pasos hacia la villa serrana de Tamajón, con Iglesia Parroquial de origen románico. En las afueras, antiguas y abandonadas fábricas de cristal y la Ermita de Nuestra Señora de los Enebrales, donde se celebran concurridas romerías. A partir de esta localidad, en dirección a Majaelrayo, las formas arquitectónicas y los materiales de construcción cambian de forma radical y nos encontramos primero con una zona de singulares formaciones calizas, para dar paso y adentrarnos de lleno en un amplio valle conformado geológicamente por una gran veta de pizarra que ha determinado la arquitectura popular de estos lugares.
El primer pueblo púramente "negro" es Campillejo. Aquí las casas están construidas con miles de piedras negras y rojizas con pequeños huecos para ventanas y puertas que presentan encalados los bordes, gran contraste con el interior, púramente blanco.
Proseguiremos el camino hacia El Espinar, encaramado en una redonda colina desde donde se divisan preciosas vistas sobre el valle. Después, Campillo de Ranas, población de mayor tamaño pero con un conjunto urbano de notable interés, destacando su Iglesia Parroquial. Las casas de la denominada Arquitectura Negra constan de zaguán, planta baja para vivienda, corral y piso superior para pajar, dotadas de grandes chimeneas para contrarrestar las nieves del cercano Ocejón.
Y ahora, a Majaelrayo, deteniéndonos previamente, tras coger un desvío a la izquierda, en Robleluengo, una de las aldeas más cuidada y que conserva la más pura arquitectura negra, con una bellísima Iglesia en su plaza. Majaelrayo es uno de los puntos de mayor encanto de esta ruta, tanto por su gran interés urbanístico y constructivo como por las posibilidades montañeras que ofrece.
Volviendo nuestros pasos a la carretera que habíamos dejado cerca de Tamajón, tomamos la carretera local que conduce a Valverde de los Arroyos. Nos encontramos con Almiruete, pequeña aldea atravesada por un ramal del río Sorbe con una interesante Iglesia Parroquial y entorno de bellos paisajes y un gran número de gargantas donde se puede practicar la espeleología.
De aquí a Palancares, otra pequeña aldea situada en la falda del Ocejón, atravesada por el río Seco, en la que vale la pena detenerse simplemente para callejear y admirar su caserío, observando el paisaje de bosques con encinas y álamos negros, madroños y respirar el aroma a tomillo y a jara. Por fin llegamos al final de nuestra ruta: Valverde de los Arroyos, cuyo interés radica en la conjunción de los elementos que caracterizan esta ruta.