Hay algunas cosas que siempre debemos tener claras:
-La familia (y no es tener una foto de los niños en el cuadro de mandos) nos necesita.
-Al final, el que más pierde es el que no está.
Quiero decir con esto que nuestra piel es la que va a pagar que un macarra nos tire al suelo... y ahí sólo queda esperar tener suerte. Tenemos las de perder, y muchas veces perderemos...
Pero gracias a Dios -y al gobierno que hizo la ley de la compatibilidad 125cc-, cada día somos más que sabemos lo que nos jugamos. Cada día somos más que hablamos a nuestras familias y les contamos que los que van en moto son gente normal, con sus familias y sus trabajos.
Cada día somos más los que podemos hacer que el resto del parque automovilístico nos respete, nos tenga en consideración y si ven a algún cabrón haciéndole cabronadas a un motorista, se presenten voluntariamente como testigos para denunciar al cabronazo.
Haced algo por vosotros, por mi, y por todo el resto de compañeros: ¡¡¡Vuestra campaña personal pro-moto!!!