Hola. Desgraciadamente he tenido que sufrir (mi querida caperucita también) un accidente de lo más estupido (supongo que todos lo son) con repercusiones que aunque no graves, si han sido muy molestas y dolorosas.
Os cuento:
El pasado sabado, decidimos ir de Segorbe a Valencia por carreteras secundarias atravesando tranquilos y bellos pueblecitos de la sierra. El ánimo era ese, totalmente apacible y de disfrute.
Saliendo de una de esas poblaciones (Naquera) iba detrás de otro motociclista que llevaba a su niña de paquete, e iban de lo más tranquilitos. Ibamos a una velocidad entre 30 y 40 km/h. El caso, es que a la salida del pueblo iban circulando en zig zag por la carretera ocupando todo el carril (dotada con un arcen de más de 1,5 m.) dos adolescentes en bicicletas de montaña. El motociclista que iba delante toco el claxon y se apartaron hacia el arcen. En el momento que se apartaron yo lo toque también, porque en menos de medio segundo iba a pasar yo. El caso es que dió igual, el chaval que iba el último volvió a zigzaguear nada más pasar la primera moto y me embistio de costado en el morro de la mía.
Resultado, caída múltiple. Caperucita y yo arrastrados por el suelo, con múltiples quemaduras (además yo me clave el muslo las llaves....ojo con eso) el "bicicletero" (un cliclista es otra cosa, una persona que disfruta de la bicicleta respetando a los demás) tirado en el suelo con un desvanecimiento (luego, por suerte, ileso sin ninguna lesión en casa) y todo un despliegue de policía, samus, protección civil, etc. En todo caso, ante lo claro del desaguisado, salieron hasta cuatro personas que nos ofrecieron sus datos para dar testimonio del descabellado comportamiento de los chavales.
Por suerte, caperucita y yo estamos bien (yo con cinco puntos vendados, ella con dos), magullados pero con ánimo y el atolondrado bicicletero, por lo que me contó la policía parece que ha sentado cabeza de golpe.
La X8 por suerte tampoco sufrió apenas daños, un rascón pequeño y un retrovisor roto, que ya está arreglado.
En fin, la lección que saco de ésto, es que toda precaución es poca, especialmente si hay adolescentes cerca y que las travesías de pueblos tranquilos, no son menos peligrosas que cualquier otra carretera. Respecto a la indumentaria, esta vez ibamos vestidos de largo en todo y quizás eso evito menos daños, pero si que veo que es necesario ir más protegido.
A pesar de lo temprano del accidente en mi trayectoria de motociclista (sólo desde la primera semana de junio) no voy a pensar que ésto se ha acabado. Aprenderé de lo acontecido, pero desde luego, supongo que algo de temor quedará, ya veremos.
En fin, ahora me iré unos días de vacaciones, y tendré que abandonar mi plan de recorrer Castilla la Vieja en moto, ya que fisicamente no puedo controlarla de momento.....pero bueno, espero que a la vuelta todo se haya normalizado en cabeza y coco.