Queda patente que la CONVALIDACION ha sido un revulsivo excelente para acercar al mundo de las motos a muchas personas y crear nuevos adeptos que, si bien al principio han adquirido una moto o scooter por comodidad urbana, ahora se han dado cuenta que hay algo más que filosofía y se suman a las filas de adictos a las dos ruedas.
En teoría, con una 125, debería ser más que suficiente para las grandes ciudades... pero, las vías rápidas de circunvalación están llenas de trampas para los vehículos que corren poco y, de manera especial, que aceleran de marera perezosa. Bajo mi modesto punto de vista, la diferencia entre 125/250/500 no es de velocidad exclusivamente, es de SEGURIDAD. Lo que se tarda en acelerar de 70 a 90 km/h en un scooter, puede ser la diferencia entre circular cómodamente entre el tráfico fluido o jugarte la vida en un adelantamiento a un vehículo industrial.
Como ya ha comentado algún forero en este post (y es la verdad verdadera) para pasar de 110 a 120 (reales) se necesitan muchos caballos de diferencia, ya que la resistencia aerodinámica, a partir de 60 km/h, es uno de los mayores enemigos a vencer, pero lo que se tarda en llegar hasta esa velocidad es lo realmente importante.
Los que presumen de que su 125 marca en el cuentakilómetros 130 km/h se tienen que dar cuenta de otro detalle muy importante: cuando llega una pendiente prolongada se quedan a 80 km/h y pierden por completo la capacidad de aceleración, haciendo girar el motor al límite de la sensatez.
He tenido muchas motos, desde tetracilíndricas, hasta dos Vespas y ahora (desde hace unos 8 años), por necesidades imperiosas de desplazamiento urbano, utilizo un scooter. En este mundo empecé con una Elyseo 125, pasaba más miedo que vergüenza, seguí con una Hexagon 250, una máquina perfecta si no te da por salir a autopista, después compré una X9-500 (me dió muchísimos problemas mecánicos) con la que me dí cuenta lo importante que es tener potencia de reserva en el puño derecho y ahora ando con una Nexus 500, que ha resultado ser la máquina ideal para mi forma de vivir el motociclismo, sin renunciar a un scooter de uso diario.
De todo este ladrillazo espero que se pueda sacar una moraleja: en cuanto podáis examinaros del A y pasaros a una cilindrada más segura.