Nuestro viaje a La Chulapa 2011
Teníamos previsto salir alrededor de las 15:30…pero eso era mucho correr. A las 16:30 ya tenemos a la Bevi cargada y lista: presiones, aceite contolados; maleta llena, hueco también, alforjas y bolsa sobre-depósito bien sujetos. Con el tanque a medias partimos, con la intención de repostar el Utiel. El calor empezaba a ser alto, y lo malo era el viento de Poniente, que hacia nuestra marcha un poco “perezosa”…y como se demostró: gastona, pues tuvinos que reportar más de lo esperado.
Habíamos quedado con Germen y Raquel en Tarancón…así que según los cálculos del Sr. Maps…(Maps: Google Maps) teníamos para 2:45 horas de aburrida autovía.: En realidad “solo” tardamos 15 minutos más de lo previsto. El calor, el viento y los camiones…hubiera deseado conducir un cohete para pasarlo rápido. Tenía que haberle hecho caso a Luis-Carlos, que me aconsejó ir por Guadalajara, cosa que por otra parte ya había hecho en otras ediciones de La Chulapa…pero se me antojó que por la autovía íbamos a adelantar más dado que queríamos asistir a la ruta nocturna…y a poder ser, cenar antes. A las 19:30 llegábamos a Tarancón. Ya estaba allí el MP3 400 LT y su tripulación. Charlamos un poco y nos pusimos en camino casi inmediatamente. El calor seguía arreciando sin tregua…pero el viento al poco aflojo…Nuestra siguiente parada era en la gasolinera de Fuente Fresno, donde habíamos quedado con Karra y Cía, ya en la misma A1…pero para llegar allí aún tuvimos que sufrir el pertinaz atasco Madrid-style…
Cuando llegamos, telefoneamos a Karra: ya se han ido porque llegamos con retraso: calculo que serian @ de las 20:00 horas. Yo pongo gasolina y Germán no (esto luego tendrá su importancia). Decidimos “vengarnos” del torro de la autovía, abandonando la A1 por la salida 50, a la altura de Venturada, para, pasando por Torrelaguna, subir el puerto hasta El Berrueco. El fresquito ya es notable y creo que tomar unas cuantar curvitas también nos animó. Sobre las 21:20 estábamos en la valla del Picachuelo, dispuestos a gozar de la 7ª Chulapa.
Tras los saludos, besos y abrazos, soltamos lastre y nos vamos a cenar :raciones bien cumplidas aplacan nuestras hambres y las risas el cansancio acumulado tras la dilatada jornada. Una vez alimentados, nos disponemos a agruparnos para comenzar la ruta…gente que va y viene, barullo…y algunos vuelven al camping “engañados” ja, ja. Le digo a Karra que la Nocturna ya no la hacemos hoy: ya pasa de las 12 de la noche: el año próximo la llamaremos la "Midnight Ride” (para que nadie se lleve a engaño).
Por fin salimos: para esto no hay palabras. Siempre es una gratísima experiencia. Es inolvidable. Suelo pensar el la gente que la hace por primera vez. A partir de esta experiencia creo que nadie puede volver atrás y dejar de ser moto/escutero de los auténticos.
La Luna en todo su esplendor nos observaba desde las alturas. Paramos ha echar un “cigarrito virtual” en el alto que domina la presa y como todas las ediciones anteriores, se respiraba emoción en la gente nueva y satisfacción en los veteranos. De vuelta al camping….podemos relajarnos y, como en los viejos tiempos, hacer un botellón tirados por el suelo y charlando y riendo, cansados pero contentos.
El sábado teníamos el día grande: la mega-ruta preparada por los colegas madrileños…con curvas y contra-curvas, Piaggios, Gileras, scooters y motos de casi todos los pelajes, paisajes preciosos y camaradería rutera a raudales: tuvimos la gran suerte de disfrutar de un dia soleado pero fresco, que hizo muy agradable el paseo.
Poco importan algún despiste en la ruta…fue todo perfecto, con parada incluida para tomar algo, y hacernos fotos. Sotosalbos nos esperaba para colmar nuestro apetito: lechazo y cochinillo de primera, y un ponche segoviano insuperable. Personalmente tuve la gran alegría de poder abrazar de nuevo a Vero, Janu y su peque Eva…grandes amigos y grandes personas, que hacía demasiado tiempo que no veía.
La comida, inconmensurable, como suele ser norma de la casa. Tras la sobremesa pusimos rumbo a Pedraza: tradicional parada obligatoria en toda Chulapa que se precie. Este año incluso hubo sorteo de regalos...aunque también dos compañeros tocaron suelo, por fortuna sin ninguna consecuencia, por culpa de la traicionera cuesta de tierra del aparcamiento.
Nos despedimos del grupos de madriles que retornaba a casa y los "pernoctas" al camping. Tras un descansillo nos allegamos al bar del Picachuelo para encervezarnos y cenar, y reir a carcajada limpia. Luego hubo reunión en "La Roca": botellón y ¡¡¡Puf Puf y lo pasas, tron!!!.Vaya impresión se llevarian los nuevos
El domingo es día de volver cada mochuelo a su olivo: desayunito, y besos, despedidas, y pensando ya en la 8ª
Salimos junto a los “madris” para luego cada uno ir por su camino. Germán, Raquel, Ampa y un servidor…pusimos proa hacia Cuenca. La vuelta fue por Guadalajara, por carretera nacional, con mucho calor, pero mucho más agradable que por la maldita autovía. De Cuenca a Valencia ,ya en solitario, la Beva-500 nos llevó por la antigua N-III rauda y veloz a casita. Han sido " de 1.000 km que como siempre, ha valido la pena hacer.
Espero subir pronto fotos videos.
Disculpad por el ladrillo.